El universitario Martín Salvador Caballero, asesinado el sábado para robarle un celular, chateaba con su esposa Lizett Oliveros, en el momento en el que los delincuentes llegaron a atracarlo.

"Me estaba avisando que llegó bien porque no nos pudimos despedir porque salió desde temprano. Y que hasta ahora tenía datos. La última vez que me escribió eran las 8:52 de la mañana", contó conmovida la joven.

Martín iba a cursar octavo semestre de ingeniería eléctrica en la universidad CUC, en medio de los sacrificios que para una joven pareja significa cumplir con las obligaciones académicas y familiares. Tenía una moto y con este vehículo hacía domicilios desde tempranas horas, en una carnicería, haciendo carreras a personas cercanas. En fin, trataba de contar con suficientes recursos para el sustento de su casa.

Según contó su mujer, estaba motivado porque consiguió un empleo nuevo. "Estábamos felices porque hace mucho no tenía un empleo estable. Él hacía domicilios y estando en la puerta de la empresa intentan atracarlo para quitarle el celular", manifestó Oliveros quien sostuvo que el smartphone era inicialmente de la mamá de Martín y hace un mes uno de sus cuñados lo compró para su esposo.

"Los principales proyectos de nosotros eran la universidad porque yo estoy en el último semestre de Enfermería en la Metropolitana. Esperábamos con muchas ansías mi grado ahora en julio de este año y él poder seguir estudiando para obtener su triunfo, porque esto ha sido sufrido. No ha sido fácil", añadió Lizett.

Martín y Lizett se conocieron desde pequeños porque sus mamás son amigas.

"Crecimos juntos como amigos en el barrio Chiquiquirá, estudiamos juntos en preescolar y desde hace cuatro años estábamos juntos. Duramos un año de novios", añadió.

Para la joven, su pareja "no merecía morir así, era una persona valiosa".

"Pedimos que se haga justicia porque vemos  cada día que se presentan las mismas cosas, los mismos casos y vemos no pasa nada, todo queda impune o los ladrones los cogen y al rato los sueltan. La idea es que se haga justicia y las personas que le hicieron esto a mi esposo los capturen y les apliquen la justicia que se merecen", añadió. 

Según testigos, los ladrones le vieron al universitario el celular en la mano, un Samsung J5, y se dieron la vuelta. Luego le dijeron "dame el celular. Te vas a dejar matar".  Y después le dieron tres tiros que lo dejaron gravemente herido. Una vez fue trasladado al hospital falleció.